22/12/2024 - Edición Nº237

Opinión

Rinitis alérgica

Alergias: ¿por qué aumentan los síntomas en otoño?

04/05/2024 14:53 | Las enfermedades alérgicas se definen como reacciones patológicas del sistema inmune ante sustancias inocuas a las que se expone normalmente el ser humano. El otoño es la estación que representa para millones de personas una agudización de la sintomatología alérgica.


por Dr. Gabriel Gattolín (*)


Mientras que algunas sustancias involucran fundamentalmente a las reacciones de hipersensibilidad II, III o IV, la mayoría de las reacciones alérgicas a sustancias inhaladas o digeridas (antígenos) son reacciones de hipersensibilidad tipo I mediadas por la IgE (Inmunoglobulina E). Este anticuerpo es el mediador fundamental en la cascada inflamatoria y responsable del inicio de las enfermedades alérgicas tales como la rinitis alérgica, el asma bronquial alérgico, la conjuntivitis alérgica; las reacciones por picaduras de himenópteros, por alimentos o por ciertos medicamentos, las enfermedades de la vía aérea asociadas a Aspergillus fumigatus, la dermatitis atópica, la urticaria y hasta la anafilaxia. También, en otras entidades en las que el proceso inflamatorio alérgico no es aún bien conocido, cabe la posibilidad de que la IgE tenga un papel relevante como es el caso de la poliposis nasal (PN) o del asma llamada “intrínseca”.

El contacto inicial del individuo genéticamente predispuesto (atópico) con el alérgeno resulta en el proceso de sensibilización. El alérgeno es presentado a los Linfocitos Th2 por las células presentadoras de antígenos (células dendríticas entre otras). Las células Th2 activan selectivamente, mediante la secreción de IL-4 e IL-13 a linfocitos B para producir IgE específica al antígeno en cuestión. La re-exposición al mismo antígeno produce una respuesta inflamatoria al unirse el antígeno a los anticuerpos específicos unidos sobre receptores de basófilos y mastocitos.

 

Síntomas característicos de rinitis y asma

Los síntomas más comunes de la rinitis alérgica son estornudos repetidos, goteo de moco de características acuosas, congestión nasal y picazón de nariz, ojos, oídos y paladar. También pueden presentar cefalea o dolor en la cara u oídos. Los pacientes con asma, por lo general, experimentan episodios recurrentes de silbidos, dificultad para respirar, sensación de opresión en el tórax y tos particularmente a la noche o temprano por la mañana. Otras enfermedades asociadas a la rinitis incluyen: sinusitis, conjuntivitis, otitis media serosa, infecciones recurrentes de la vía aérea superior y trastornos del sueño.

 

Impacto de las enfermedades alérgicas

El incremento en la prevalencia de la enfermedad alérgica, particularmente en los niños de casi todos los países del mundo, no tiene precedentes en la historia de la humanidad. Alrededor del 30-40% de la población mundial está afectada por una o más enfermedades alérgicas.

Sin lugar a dudas la rinitis alérgica y el asma bronquial alérgico, por sus prevalencias, afectación en la salud, calidad de vida y el alto costo sanitario que producen constituyen dos enfermedades crónicas de especial interés y estudio. Además, casi 20% de pacientes diagnosticados inicialmente con rinitis también tienen asma, y el 80% de los diagnosticados inicialmente con asma también tienen rinitis.

Si tenemos en cuenta los datos de prevalencia en todo el mundo (entre estos el estudio ISAAC fase III), incluyendo los dos grandes estudios que se hicieron en nuestro país en los últimos años, podemos resumir que el asma afecta al 10% y la rinitis alérgica al 20% de la población. Hago especial mención a los estudios realizados en nuestro país, por el esfuerzo y por la trascendencia que tienen, estos son: “Estudio de Prevalencia de Asma en Argentina en personas de 20 a 44 años” presentado en 2015, llevado a cabo por el Ministerio de Salud de la Nación, la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC) y la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) y el “Estudio de PREVALENCIA DE RINITIS ALÉRGICA EN ARGENTINA (estudio PARA)” presentado en 2017, hecho también por la AAAeIC; para el diseño, el desarrollo y el análisis de estadística en ambos estudios el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias “E. Coni” de la ciudad de Santa Fe, hizo un aporte fundamental.

Para el aumento de la prevalencia y severidad de estas enfermedades respiratorias coexisten múltiples factores, tanto genéticos como ambientales, entre estos últimos la contaminación y las infecciones virales, han despertado un gran interés en el campo de la alergología. Coincidentemente las infecciones virales son la causa principal de exacerbaciones de asma y de aumento de los síntomas de rinitis en otoño.

 

¿Qué ocurre en el otoño?

Aunque la primavera es la época en la que todos pensamos que aparecen más síntomas, coincidiendo con la polinización de las plantas, en realidad la estación de otoño es la que representa para millones de personas una agudización de la sintomatología alérgica. Analicemos los factores más importantes:

 

1- Aumento del tiempo dentro de ambientes cerrados. Pasa el verano, los días con muchas horas de luz solar de acortan, el bienestar del ocio y las vacaciones en la montaña o en la costa se terminaron; esto cambia drásticamente y las actividades en ambientes cerrados nos ocupan la mayoría del tiempo. Esto tiene dos impactos notorios, por un lado los factores que precipitan los síntomas se encuentran principalmente en el interior de los hogares (ácaros del polvo, epitelios de animales y hongos aerógenos) y por otro los contaminantes intra-domiciliarios. Las bajas temperaturas implican encierro, el uso de la calefacción y menor ventilación. La polución interior por la calefacción, por humo del tabaco y demás químicos impactan en el epitelio respiratorio por partida doble, por un lado irritan e inflaman los cilios de las células epiteliales con la disminución en la aclaración de partículas grandes y de alérgenos. Pero se produce otra alteración muy importante, descubierta en los últimos años, el epitelio respiratorio no solo en una barrera de aislamiento, sino también una fuente de importantes citoquinas. Hoy se sabe que ante la exposición a partículas de contaminación, ante estos contaminantes el epitelio de individuos atópicos responde secretando interleuquinas: IL-25, IL-33 y TSLP (Linfoproteina del estroma tímico), estas estimulan a una estirpe particular de células del sistema inmune innato, que son las ILC2 (células linfoides del sistema innato tipo 2). Estas células son una fuente grande de IL-4 e IL-13, que estimulan localmente la producción de IgE por LB, potenciando la cascada alérgica.

 

2- Exposición a hongos aerógenos. las bajas temperaturas condicionan encierro y menor ventilación, el uso de calefactores, los vapores por cocción prolongada de alimentos, el uso de agua a temperaturas por encima de 30 grados, todo ello y otros factores hacen de ambientes interiores muy húmedos, sumado a la situación geográfica, favorecen el desarrollo y liberación al ambiente esporas de hongos. La sensibilización a estos alérgenos son muy frecuentes, causan de rinosinusopatía alérgica y asma, inclusive la alergia al hongo alternaría alternata es un factor de riesgo para asma severo. La sensibilización a este hongo, evaluada mediante los test cutáneos específicos, es observada en aquellos pacientes con asma y rinitis que tienen picos de síntomas cuando comienza el otoño y cuando termina el invierno, épocas en que aumenta la concentración interior y exterior de la alternaría, por otra parte aquellos pacientes sensibles a hongos que no tienen esta variación por época, tales como el penicillium o el caldosporium, tienen síntomas durante todo el otoño.

 

3- La relajación en la toma (inhalación) de la medicación de mantenimiento. La ausencia o disminución de síntomas durante el verano, el bienestar que ello supone y un mayor tiempo dedicado al ocio, puede suponer que olvidemos tomar la medicación necesaria, y que con la llegada del otoño la vuelta de los síntomas alérgicos sea más drástica. Este es un punto que observamos muy frecuentemente en los pacientes con enfermedad respiratoria, particularmente en niños.

 

4-  Las enfermedades virales en la estación de otoño. Además de producir los síntomas normales de infección, muchos virus activan vías inflamatorias de las alergias y hacen que los síntomas sean peores. Desde hace algunos años y en la actualidad es un tema de exhaustiva investigación, no sólo porque las infecciones virales son la principal causa de exacerbaciones de asma y aumento de síntomas de rinitis, sino porque estas tienen un alto grado de correlación con el desarrollo y presentación de las enfermedades alérgicas. Podemos afirmar dos conceptos claves en relación a la infecciones virales: uno, que producen, en sujetos susceptible (con carga genética de atopía), aumento de la IgE local en la vía respiratoria y dos, estos sujetos tópicos tienen una desventaja a la hora de eliminar los virus que ingresan en forma inhalatoria.

Sin lugar a dudas que el detonante más importante para el aumento de manifestaciones alérgicas en otoño son las infecciones virales, no obstante deseo mencionar un punto importante que no tiene que ver con los mecanismos inflamatorios de estas enfermedades, con la estacionalidad ni con la carga genética (atopía) que predispone a este grupo de pacientes, sino con la consideración que los médicos le damos a estas enfermedades, creo que en gran medida sub-diagnosticamos, sub-estimamos la severidad y sub-tratamos tanto al asma bronquial como a la rinitis alérgica.

 

(*) Especialista en alergia e inmunología. Mat. Prov. N°3090.

 

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