por InfoSaludSantaFe
Las graves inundaciones en el sur de Brasil han causado más de 600.000 evacuados, muchos de los cuales prefieren atrincherarse en sus casas y hacerle frente a la tragedia en la segunda planta o en los techos.
El Estado de Rio Grande do Sul es el más afectado. Allí ya se contabilizan más de 148 muertos, 130 desaparecidos y 2,1 millones de damnificados.
Las preocupaciones son muchísimas. Una de ellas, las vinculadas a la aparición incontrolable de casos de leptospirosis y dengue, entre otras enfermedades que aparecen en tiempos de inundaciones.
¿Qué es la letospirosis?
La leptospirosis es una enfermedad producida por una bacteria que puede estar presente en la orina de ciertos animales como roedores, perros, vacas, cerdos, caballos y animales silvestres.
El contagio se produce por el contacto directo con la orina de un animal infectado, o con agua y/o ambientes contaminados con dicha orina. Dado que la bacteria sobrevive en lugares húmedos y protegidos de la luz, el riesgo de contraerla aumenta si se producen inundaciones o al desarrollar actividades recreativas en ríos, lagos, lagunas, arroyos (como nadar, pescar, acampar, o realizar deportes náuticos).
La leptospirosis se manifiesta en principio como un cuadro gripal con fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y malestar general. Luego se puede presentar una segunda fase de mayor gravedad.
Si se han realizado actividades o tareas de riesgo, ante la aparición de estos síntomas es necesario consultar a un médico en forma inmediata, dado que esta enfermedad puede resultar mortal.
El tratamiento incluye el uso de antibióticos, y es más efectivo cuando es administrado a partir de la primera semana desde el inicio de los síntomas. Dependiendo de la gravedad, puede ser oral o intravenoso.
En algunos casos, el manejo de un paciente con leptospirosis grave requiere su ingreso en unidad de cuidados intensivos.
La leptospirosis es una enfermedad que se puede prevenir, pero frente a la situación que vive Brasil es algo muy difícil. Entre las medidas preventivas figuran:
-Evitar la inmersión en aguas estancadas potencialmente contaminadas, y procurar que los niños no jueguen en charcos o barro.
-Combatir los roedores –principales agentes de contagio- en domicilios y alrededores.
-Utilizar guantes y botas de goma para realizar tareas de desratización, desmalezado o limpieza de baldíos.
-Mantenimiento de los patios y terrenos libres de basura, escombros y todo lo que pueda ser refugio de roedores.