por InfoSaludSantaFe
El Doctor Víctor Chedid, gastroenterólogo, comparte más detalles sobre la la enfermedad inflamatoria intestinal y brinda consejos para gestionar sus síntomas.
Las personas a menudo asocian la EII con episodios de diarrea, pero se trata de una enfermedad grave y crónica cuyos otros síntomas pueden incluir sangrado rectal, fatiga, pérdida de peso y dolor de estómago y articulaciones. Los dos tipos principales de la EII son la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.
"La colitis ulcerosa solo afecta el colon y causa inflamación en todo el colon, mientras que la enfermedad de Crohn puede afectar varias partes del sistema digestivo, desde la boca hasta el ano", explica el Dr. Chedid, especialista en gastroenterología de Mayo Clinic.
Para algunas personas, la EII es solo una enfermedad leve. Para otros, esta es una condición debilitante que puede conducir a complicaciones que amenazan la vida. Es probable que se produzcan períodos con la enfermedad activa seguidos de períodos de remisión.
"Algunos pacientes pueden desarrollar lo que llamamos manifestaciones extraintestinales de su enfermedad inflamatoria intestinal", señala el Dr. Chedid. "Y eso puede afectar órganos más allá de los intestinos".
No hay cura para la EII. Anteriormente, la dieta y el estrés eran sospechosos, pero ahora los médicos saben que estos factores no causan la EII, pero pueden empeorarla. Una posible causa de la EII es un mal funcionamiento del sistema inmunitario. Cuando el sistema inmunitario intenta combatir un virus o bacteria invasora, una respuesta inmunitaria atípica hace que el sistema inmunitario ataque también las células del tracto digestivo.
Varias mutaciones genéticas se han asociado a la EII. La herencia también parece desempeñar un rol, ya que la EII es más común en personas que tienen familiares con la enfermedad.
Hay medicamentos para reducir la inflamación, pero eso requiere la consulta con el especialista. Además, observar lo que se come puede ayudar a aliviar los síntomas:
-Limite los productos lácteos.
-Haga comidas pequeñas.
-Beba una gran cantidad de líquidos.
-Considere los multivitamínicos
-Hable con un nutricionista.
"Tenemos que centrarnos en las dietas que son ricas en alimentos antiinflamatorios y antioxidantes, y bajas en alimentos procesados que pueden ser proinflamatorios", dice el Dr. Chedid.
Visite a su médico si tiene algún cambio persistente en sus hábitos intestinales o si tiene alguno de los signos y síntomas de la EII.