por Mónica Ritacca
Recientemente, InfoSaludSantaFe hizo una encuesta sobre qué tema te gustaría saber. Los tres tópicos fueron: ¿por qué de la nada nos viene el hipo?, ¿de dónde salen las lágrimas cuando lloramos? y ¿por qué bostezamos?
La inquietud que “ganó” con el 57 % de los votos fue la primera. Las tras dos tuvieron un 14 % y 29 % respectivamente.
Para saber ¿por qué de la nada nos viene el hipo?, InfoSaludSantaFe consultó al reconocido médico generalista y de familia, Dr. Darío Montenegro (M.P. N° 12912). A continuación, su explicación.
“El hipo es una activación nerviosa a partir de un reflejo que se comanda en el cerebro, en el sistema nervioso, y que por lo general, en el 90% de los casos dura unos pocos minutos y se autolimita, es decir que no tiene ninguna trascendencia de enfermedad. En el caso de que el hipo no ceda y se transforme en algo persistente hay que entrar a buscar cuáles pueden ser las causas que lo estén desencadenando. Esto no quiere decir que si tengo hipo tengo que pensar en una enfermedad severa. Todo lo contrario. En el 95% de los casos las causas son estos reflejos que se activan por varios motivos, como pueden ser la ingesta copiosa de alimentos o los ataques de risa”, dijo el doctor. Y agregó: “Es decir: el hipo generalmente no tiene ninguna trascendencia patológica pero cuando se transforma en persistente hay que empezar a investigar las causas”.
Según explicó el doctor, la forma en la cual se produce ese acto, al que todos llamamos hipo y se da a partir de un reflejo determinado como la ingesta copiosa de alimentos o la risa, es producido porque hay contracciones que son espasmódicas e intermitentes de los músculos del diafragma (membrana muscular que separa el tórax del abdomen).Además se producen algunas contracciones, a las que se les dicen accesorias, que tienen que ver con los músculos accesorios para la inspiración, Dichos músculos, cuando tenemos hipo, abren y cierran la glotis (que es un cartílago membranoso que obstruye la laringe en el momento de la deglución justamente para evitar que el alimento vaya por la vía respiratoria y no por la por la vía digestiva) para que no se vea afectada la vía aérea. Esta acción involuntaria de cerrar la glotis por milésimas de segundos impide el paso de oxígeno y también es un factor que ayuda a que “se desactive” el hipo.
Frente a esta explicación del doctor Darío Montenegro queda responder si asustar a alguien, tomar siete traguitos de agua sin respirar o contener la respiración por varios minutos son un mito o una realidad a la hora de cortar el hipo. Y la respuesta que brindó el médico generalista fue la siguiente: “contener la respiración puede ser útil, el tragar puede ayudar pero lo del susto es un mito”.